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Periódico GENERACION 2000 General Deheza - Provincia de Córdoba - Argentina

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Lunes 5 de junio de 2006 - Nº 189

Un Día del Padre distinto a todos

Raúl Eusebio, el padre de las cuatrillizas dehezinas, relata aquí cómo se hace para protagonizar una Historia de Vida con tantos y tan diferentes condimentos...

Historias de Vida -HoyRaúl Eusebio


Nací en General Cabrera, el 5 de mayo de 1962; pero estoy anotado en General Deheza. Me crié en el campo, y el primer grado de primaria lo hice allí, en la casa de los Gaido, con una maestra particular. Desde segundo grado seguí en la escuela San Martín de Deheza; junto con mis primas éramos 5 los que veníamos, cada tarde. Nos traía mi viejo y nos llevaba mi tío. Tengo 2 hermanos: soy el mayor y me siguen Edgardo y Laura. Eran tiempos distintos, aquéllos. No teníamos luz eléctrica, así que usábamos faroles o la electricidad generada por dínamo, a través de un molinillo de viento. La electrificación rural llegó unos años después, por medio de la Cooperativa Eléctrica local; fue un gran cambio. Nuestros juegos eran los típicos de la época; principalmente, el fútbol, en la escuela o en la casa del campo, donde los días domingo nos juntábamos con parientes y vecinos. Otros chicos que recuerdo de mi primer grado son el Alcides y la Judith Monetti, mis primas Dalmi (ya fallecida) y Adriana Eusebio, y Mario y Susana Molina. De la escuela del pueblo me acuerdo de «Pitoti» (José) Peretti. Éramos un grupo unido, con 7 varones ¡y 18 chicas, que eran mayoría...! (Se ríe). Siempre anduve bien, me gustaba la escuela.
¿Secundario?Lamentablemente, no lo hice. Justo en ese momento a mi padre se le fue un empleado y necesitaba ayuda en el campo, así que no me insistió mucho para que estudiara. Yo me había anotado en el Instituto de Agronomía de Río Cuarto, pero no empecé. Por supuesto, después me arrepentí, pero hice toda clase de cursos de Capacitación Rural, para recuperar algo.¿Cómo eran tus salidas?Empezamos a los 14 años, en el Baile del «15 de Agosto». También eran comunes los grandes bailes de campo: Los Molles, Campo Caprive, El Espìnillal... Y después, las confiterías; empecé yendo a «Eldorado», de Hernando, junto a mis vecinos más grandes: los Priolo, el «Franchi» Scataglini, el Jorge Gaido, que ahora está en Río Tercero, el Rubén Armando... La primera vez llegué a Hernando, ¡me tuve que quedar toda la noche arriba del auto, porque era menor de 16 años...! (Risas). Pero todos esos recuerdos son lindos. Gracias a Dios mi padre (ya fallecido) era una persona buena, que si tenía que retarnos lo hacía, con la mirada bastaba; pero pegarnos, nunca. Una sola vez... Me «mandé» una, de chico... Tiré un bolón de plomo, grande, donde estaban guardados los tractores y no rompí ningún vidrio de casualidad, pero... (Risas). Mi padre se llamaba Juan, y mi madre, que tiene 68 años, se llama Élida Ruffer.¿Cómo se conocieron con Laura, tu esposa?Fue en el casamiento de Rubén Marabini; ella era de San Cristóbal, al norte de la provincia de Santa Fe; y es prima de la mujer de Rubén. Recién un año después, en otra visita que hizo a Deheza, nos pusimos de novios; yo ya tenía 30 años y había andado bastante. Nos casamos al año y medio.¿Cómo llegaron los chicos?Primero Lautaro, el 14 de septiembre de 1994...Estuvo un tiempo solo, sin tanta gente alrededor...(Risas). Sí, algo más de un año... (Lautaro, presente durante la entrevista, afirma sonriendo que sí, que estaba tranquilo hasta que llegaron ellas...).¡Después, las cuatrillizas...! ¿Fueron 4 por algún tratamiento en especial?Laura solo había hecho un tratamiento ovulatorio simple, con pastillas, antes de tener a Lautaro. Cuando decidimos tener otro hijo comenzó a atenderla una médica de Villa María, y le dio otra pastillas y le dijo que debía controlarla mensualmente. ¡Pero parece que falló un control y vinieron las 4! (Risas).¿Cuándo supieron que serían tantas?Al mes... Me acuerdo que ese día habíamos ido al control, en el que le hacían ecografías. Hacía 4 meses que intentábamos y la doctora dijo que si ese mes no quedaba embarazada, utilizaría otro tratamiento. El muchacho que hacía las ecografías, era loa primera vez que nos atendía, y apenas puso el ecógrafo y miró, nos dijo: «¡Me parece que son 3...! ¡Me parece que hay más...! ¡Son 4...!». ¡No sabía que decir...! (Risas). ¡Estaba más asustado que nosotros, que nos mirábamos sorprendidos...! (Risas). Cuando volvíamos de Villa María, junto con mi madre, ¡ni hablábamos...! ¡Recién pudimos hablar cuando pasamos Arroyo Cabral, y se lo dijimos...! (Risas).Decí los nombres de las nenas...Nacieron el 26 de octubre de 1996: María Florencia, María Laura, María Elisabet y María Constanza. Con el lío de  ecografías todos los meses, el médico dijo primero que eran 3 varones y una nena; pero después nos anunció que serían 2 y 2, así que cuando llegó el momento del parto ya íbamos preparados con 2 nombres de nenes y 2 de nenas. Yo presencié la cesárea, y cuando empezaron a sacarlas, primero salió una nena, María Laura; después, María Florencia... Pensé: «Bueno... Ahora vienen los varones...». (Risas). Salió María Elisabet... ¡Otra nena! (Risas). «¡El último va a ser un varón...!», pensaba yo. ¡Y salió «la pulga», María Constanza...! (Risas). Pero Gracias a dios, todas bien, y las 4 fueron «María».Es complicado el tema económico, con tantos hijos al mismo tiempo...¡Sí, te cambia totalmente...! No es lo mismo.... De ser 3 de familia, pasamos a ser 7, de golpe. Es bravo, y más en esta época. Recordemos el carácter de cada una...¡«Hinchar», «hinchan» todas, son parejas, pelean...! (Risas). No... Son muy buenos todos... Lautaro no da muchas satisfacciones, es muy buen chico. Y las nenas tienen caracteres distintos... María Laura es tipo «kung fu»... (Risas). ¡Tira patadas voladoras...! (Risas). Gritar, gritan todas, pero la más tranquila es María Elisabet... La gordita, María Florencia... Las cuatrillizas no pierden detalles de la entrevista y todas se ríen con cada definición).  Ah, ella, mientras pueda estar sentada frente al televisor y comer, sin agitarse, ¡está bien...! (Risas). («Come mucho», acota María Constanza). ... Y María Constanza es la más chiquita y la peor, la más traviesa (Risas). Según dicen las hermanas, tiene «chispa» para el humor.  (Risas). En la escuela son de rendimiento parejo, no se sacan ventajas. No se esfuerzan demasiado, pero andan bien.Lautaro es muy buen alumno, en el Instituto Técnico, pero también muy buen basquetbolista...Sí... Juega para Acción Juvenil y fue preseleccionado para integrar el equipo de Pre Infantiles de la Liga de Villa María, junto a otros 4 chicos de aquí: Mauricio Torres, Elías Bustos, Marcos Ballesty y Federico Pérez. Lautaro tiene edad de Mini, pero lo convocaron para una categoría mayor; hace desde los 4 años que juega.¿Y vos, sos medio «ojota» para el deporte?(Sonríe). Lamentablemente, en el campo no teníamos demasiadas oportunidades para practicarlo. Jugaba al fútbol, también me gustaba la pesca y cuando Gerardo (Cerquetti) corría en auto, colaboré 2 años con el equipo, porque también era un poco «fierrero». Por eso me alegra que Lautaro pueda practicar deportes. En cuanto a estas otras... Empezaron Gimnasia Artística, después, Danzas... Pero desde hace 3 años también  juegan al básquet y están en Pre Infantiles, a pesar de que también son de categoría Mini.¿Y María Laura también tira «patadas voladoras» cuando juega?(Risas de todos). ¡Sí...! ¡No le van a sacar la pelota así nomás...! (Risas). Debutaron en Río Cuarto, en cancha grande y con piso de parquet; estaban un poco perdidas, pero ganaron, junto a la Clarita Faucher. Siempre juegan juntas.¿Cómo las reciben, cuando van a otros lugares?«Que contesten ellas», sugiere la mamá, Laura. «¡A un chico le gustaba la Elisabet!», dice María Constanza, entre risas. Su mamá agrega que a casi todas les gusta ser cuatrillizas, pero la que no está de acuerdo es justamente Elisabet. «Si hay una pelea, ella separa. Si una llora, ella es la que la consuela. Cuando compran ropa, es la último en elegir, porque no quiere tener nada parecido a las demás. ¡Porqué no soy única hija!, dice».Y vos, Lautaro, ¿qué opinás de tus hermanitas?Y... Ya me acostumbré. Por los años...Y sos su ejemplo, por ser el mayor...Sí... ¡Y el que más manda...! (Risas).En ese momentos las cuatrillizas, casi a coro, dicen que Lautaro es un poco malo, porque les pega. ¿Y ustedes qué le hacen a él?, les pregunto. ¡Le pegamos!, contestan casi todas juntas, entre risas. Mamá Laura agrega: «Cuando vienen los amigos de Lautaro, allí están ellas. ¡Y ven si son lindos o no!» (Risas). «¡Cuando vengan sus amigas, el que estará atento será Lautaro!», agrega  Raúl.¿Son de muchas amistades?Raúl: Sí. Grandes, chicas, de distintas edades.Laura: En la escuela tienen amistades individuales y vienen a visitarlas a la casa, pero ahora se juntan menos porque los fines de semana juegan al básquet.Raúl... Cuando llegue el momento de los noviazgos tendrás que estar preparado, como buen «guardabosques»...(Risas). Sí, voy a tener que clausurar la heladera...! Va a ser lo más bravo...! (Risas).Vos siempre filmaste cada cosa que hicieron tus hijos. Debés tener muchos videos acumulados... Sí, y están todos guardados. Hace un año que las filmo menos, pero se sacan muchas fotos y seguimos guardando todo. Hablá un poco de tu trabajo en el campo...Me dedico principalmente a la agricultura. Estamos haciendo siembra directa desde hace 6 años, en mi campo y también en sociedad con Ricardo Peretti, sembrando soja y maíz. También hago algunos trabajos afuera. En estos momentos los precios no acompañan demasiado y el problema principal es lo que se está pagando por el alquiler de la tierra. En nuestra zona antes se pagaba un porcentaje de la cosecha, pero eso no existe más. Ahora son montos fijos, en quintales o dólares, y se alquilan campos con 40 años de agricultura en casi 500 pesos la hectárea; también se están pagando hasta 180 dólares la hectárea (unos 560 pesos), y eso es una locura, para esta zona, donde tenemos 10 quintales por hectáreas de costo, sí o sí. Y algo parecido sucede en  otras zonas de menor rendimiento. Es un riesgo muy grande. Para colmo el gobierno también puso trabas a la exportación de hacienda, y no es lo mismo el consumo interno que vender afuera, son otras exigencias; esa era la razón de que los precios fueran más altos, pero ahora se igualó para abajo, perjudicando mucho a quienes organizaron todo pensando en otros valores. Es algo que se maneja políticamente, porque al gobierno lo que le interesa es mantener una buena alimentación de la gente, pero con sueldos bajos. Argentina es un país que consume mucha carne, pero aunque los novillos bajaron mucho en el mercado y se cotizan a solo $2,20 el kilo, la carne se mantiene alta en los mostradores. El corte más barato sale 4  pesos, y no sabemos a quien responsabilizar por eso. Siempre se perjudica al productor, que es quien necesita 2 años para criar cada novillo. No se entiende. Estamos como hace 10 años...Raúl, ¿cómo definirías tu carácter? Parecés tranquilo...(Sonríe). Sí.... Soy tranquilo.... («Pero le pega a los hijos», dice María Constanza, que sigue participando activamente en el reportaje. «A veces es mi mamá la que interviene», agrega Lautaro.  «Lo que pasa es que a veces...», intenta explicar Raúl. «Pero no pega», acota Laura desde la cocina. «La madre les grita un poco», dice Raúl. ... Todo, entre risas.¿Qué te quedó pendiente, en la vida?El estudio, por ejemplo. Siempre les digo a ellos que si no se tiene un título, hoy en día se hace difícil. Deben terminar los estudios. ¿Hubieras repetido a Lautaro y las cuatrillizas, por ejemplo?(Risas). Si pudiera elegir... ¡No, eso se hace una sola vez...! (Risas). Siempre le decía a Laura, cuando nos casamos, que hasta los 5 hijos no parábamos. «¡Noo... Uno o dos!», contestaba ella (Risas). Verdaderamente, lo de ustedes es muy especial. Son poquísimos los casos de cuatrillizos, en el mundo...Sí... Hay quintillizos, o sextillizos, pero pocos nacimientos de a 4. Cuando estaban por nacer las nenas hubo otros 2 casos: uno en la ciudad de Córdoba, donde una chica soltera tuvo cuatrillizos. Era muy humilde y a los 2 años los dio en adopción, separándolos. Los médicos, que la habían ayudado mucho, se sintieron muy mal. Y en Hernando también hubo un caso parecido; una chica humilde los tuvo de 6 meses y murieron los 4. Pero en Argentina no hubo otros casos de cuatrillizas. Sí de trillizos, por ejemplo. Anoche estábamos viendo por televisión a las 3 señoras de Córdoba que festejaron sus 80 años, juntas. Son gemelas.¡Si quisieran, tadavía podrían dar las de ustedes en adopción...!Risas). ¡Sí...! ¡Si quieren llevarse a las 4, que se las lleven! ¡Todas en un paquete...! (Risas). Por docena es más barato... (Risas).¿Algo más que te haya quedado en el camino?No, no quedó nada pendiente. La familia está y lo que tenemos que hacer es luchar por ellos, que terminen sus estudios. Lautaro dijo desde chiquito que seguiría Agronomía y el año que viene irá al Instituto de Cabrera y después seguirá para Ingeniero Agrónomo...¿Y las nenas?Laura: ¡Una quiere ir a embolsar al Átomo...! (Carcajadas). Raúl: Maria Laura quiere ser Farmacéutica (María Elisabet asegura que ella también). ¿Y cuál es la embolsadora?(Risas). ¡María Constanza!¿Y María Florencia?«Peluquera», responde ella misma. Pero sus hermanas, a coro, dicen que tendría que ser dibuante, porque lo hace muy bien. De verdad, cuando llegue la edad de los noviazgos, será algo entretenido...Raúl (Sonriendo). Va a ser todo numeroso...Laura: Sí, y a Elisabet la llamaron unos chicos de Pilar, cuando jugaban al básquet y sin saber que eran cuatrillizas. (En el acto Constanza relata todo con lujo de detalles): «Fue en el club... Vino un chico y dijo que la de remera naranja estaba buenísima...». (Carcajadas). «Pero yo no gusto de él», aclara rápidamente Elisabet.Raúl: Lo que pasa es que cuando fui joven me dediqué bastante a la diversión, así que ahora... ¡hay que bancársela! (Risas).¿Ustedes son creyentes?Sí, católicos, apostólicos. Seguimos lo que nos enseñaron nuestros padres. ¿Qué cosas te gustan o no, de ésta época?Hoy la juventud ha cambiado mucho, en relación a otros tiempos. Los adelantos que hubo me gustan. En el campo, por ejemplo... Yo tenía 10 años y trabajaba en un tractor sin cabina, en unos inviernos duros. Eso cambió totalmente, los adelantos son enormes. («Una vez lo agarró la piedra y tuvo que esconderse abajo», dice Lautaro). Sí, en ese sentido el cambio es para bien. Pero otras cosas lo han hecho para mal. Antes íbamos a un boliche y, aunque tomáramos alguna copa de más, no había lío; y en esta zona no se conocía de drogas. Entrábamos a la confitería a las 12 y salíamos a las 5; ahora es de 2 o 3 de la mañana y dura 2 o 3 horas.También me preocupa el tema de las motos, las cosas que pasan. Me parece mal que les den carnet a los 15 años a chicos que no tienen ni idea de lo que es una moto. Después hay que lamentar las cosas. Y en cuanto a la política, es siempre lo mismo. Venimos con «versos» desde hace mucho. Cuando al campo le pidieron esfuerzos, ayudó a cada gobierno, aumentando la producción y el esfuerzo, porque nunca bajamos los brazos, siempre vamos para adelante. Esperemos que en algún momento vean ese esfuerzo y lo reconozcan un poco.¿Qué opinás de todos esos colonos que se fundieron trabajando?Lamentablemente, fue por tantos cambios económicos que hubo, por distintos ministros de economía. Al igual que muchas otras empresas chicas, las del campo que no supieron manejarse muy bien también se fundieron, perdieron todo. En nuestra zona, nomás, hace 20 años había 130 productores agropecuarios y hoy solo quedan 80; y eso que, mal que mal, se han mantenido. En otras regiones hay hasta un 60% de productores que desaparecieron, sobre todo los que tenían tambos. Y el que perdió eso, o un plantel de hacienda, ya no lo puede volver a hacer. Nuestros padres y nuestros abuelos podían comprar campo, pero en la actualidad una hectárea cuesta 5.000 o 6.000 dólares.De General Deheza, ¿qué opinás?

Ando mucho, por varios lados, y estéticamente éste es un pueblo muy bien acomodado. Realmente, es una isla. Tenemos muchas industrias y quizás sea eso lo que hace la diferencia, ya que generan mucho trabajo, que trae a mucha gente de afuera. Se está tratado de que no se agrande tan de golpe, aunque podría ser ciudad, por la cantidad de habitantes, pero eso cambiaría mucho las cosas. Te agradezco por haber venido a hacer esta nota. Quisiera reiterar que deseo lo mejor para nuestros hijos; que, fundamentalmente, terminen sus estudios. Y aprovecho para desear un felíz día a todos los padres de General Deheza. (Cabe aclarar que el Día del Padre  se festejará a mediados de mes, pero nos pareció que era una hermosa oportunidad para homenajearlos a todos a través de ésta nota).

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